lunes, 3 de octubre de 2011

OMAR CASTILLO (MEDELLÍN,COLOMBIA,1958)




¿Qué objetos te acompañaron toda tu vida?

El recuerdo de una bola de cristal con visos de colores y con la que nunca jugué. Hoy se conserva en un frasco junto con otros objetos impredecibles en mi piel.

¿Sentís presencias, voces, músicas del trasmundo?

La otredad se manifiesta en las palabras. Por eso los poetas acudimos a su escritura. Aun a riesgo de extraviarnos.

¿Qué pensás de la rosa, los anillos, el mar y los tatuajes?

Pétalos que el viento arruma. Cruzando vertebras de tiempo. Hasta alcanzar las costas. En donde se hacen frágiles tatuajes de arena.

¿Cuál es tu superstición?

El ser humano signo depredador empecinado en consumir la pulpa del planeta hasta alcanzar su semilla.

¿En qué parte del cuerpo, el aire o el paisaje sentís la poesía?
 
En el cuerpo de las palabras que silenciosas suceden por el aire del paisaje por donde el ser humano ha sucedido y no ha sucedido.

¿Escribís mientras escribís o antes o después?

La escritura no tiene principio predecible. Menos un instante concebible ajeno al fulgor de su raíz súbita.

¿Qué autores no releerías?

Aquellos cuya escritura obedece a un sentido dogmático.

¿De los poetas que conociste cuál, cuales te parecieron que unían su vida a sus palabras?

En el espectro que la palabra arrastra hasta la poesía el poeta desaparece y aparece el poema. Cuyo nombre se hace persona con todos.

¿Qué, quién, quiénes escribe en vos?

Las voces que en las palabras conservan la música del ser humano en sus aciertos y en sus desaciertos.

¿Vuelven algunas palabras, algunos temas o algunos climas?

La fragilidad cuando expande su vasto esplendor en el vuelo de una mariposa. En el instante del colibrí y la flor que lo alimenta. En la primera huella que no recuperaré empero el sol la guarda en su luz.  

¿En tu vida, la poesía como propósito, destino o circunstancia?

Es un camino de aprehender. Cuyo significado no es la acumulación. Manos la memoria de la cultura como acto programático para la existencia.

¿Qué quisieras leer mañana, que quisieras releer para siempre?

Las palabras en su impredecible escritura. Escritura en desobediencia con cuanto quiere domesticar la realidad del ser humano y cargarla para sus réditos.

¿Qué pensás del romanticismo alemán?

Que ya es tiempo.

¿El silencio, la soledad, la transparencia, el orden, adentro, afuera, a veces, nunca?

El murmullo de la memoria acumulada en ecos. Fragmentos y fisuras inconcebibles para el olvido.

 ¿Qué fue lo imposible?

Creer.

¿La poesía es un arma cargada de futuro, pasado, eternidad?

Es un yacimiento de palabras. Vetas de las que se regresa mientras se adentra en ellas.

¿La poesía es literatura?

La poesía no es dogma. Tampoco recipientes donde ofertar la actualidad de una época.



Publicó:

  Divagaciones (1978), Vestuario (1979), Garra de gorrión (1980), Limaduras del sol (1983 y 1986), Fundación y rupturas (1985), Relatos del mundo o la mariposa incendiada (1985), Informe (1987), Relatos de Axofalas (1991), Leyendo a don Luis de Góngora (1995). En 1998 reúne su obra poética publicada desde 1983 bajo el título Relatos del mundo, en donde incluye además Fragmentos  y Sonetos para la infancia que habita la piedra. Después publica: Abra, el libro de los amigos (2003), Poema de New York, con traducción al inglés por G. Leogena (2007), Los años iniciales en el vacío, 2001-2008  (2008). El libro de ensayos: Asedios, nueve poetas colombianos & Crónicas (2005). El libro de narraciones cortas: Relatos instantáneos (2010). Y en junio de 2011 Ediciones Pedal Fantasma reúne y publica su Obra poética 2011-1980.
Ha sido incluido en antologías de poesía colombiana e hispanoamericana.  De 1984 a 1988 dirigió la revista de poesía, cuento y ensayo Otras palabras, de la que se publicaron 12 números. Desde 1985 dirige Ediciones otras palabras y, desde 1991, la revista de poesía Interregno, de la que se han publicado 20 números.

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