martes, 3 de enero de 2012

PABLO GIORDANO (LAS VARILLAS,PROVINCIA DE CÓRDOBA,1977)

1-    ¿Qué objetos te acompañaron toda tu vida?

Algunas fotografías, algunos libros de Gustavo Roldán y Graciela Montes, algunas anotaciones e ideas para textos que jamás escribo, el DNI, recortes de diarios donde publicaba de niño, hojas cánson con las que fabricaba, escribía e ilustraba libros, algunos discos y no mucho más.

2-    ¿Sentís presencias, voces, músicas del trasmundo?

Primero tendría que saber qué es el trasmundo. Saber que algo llamado así existe me hace intuir de que se trata, pero más me sorprende que exista y la comunidad científica internacional aún no lo sepa o lo haya dado a conocer. En el sentido metafórico, tampoco escucho grandes cosas. Desde niño supe que los muertos no tenían nada que decir, porque ni siquiera los vivos lo tienen.

3-    ¿Qué pensás de la rosa, los anillos, el mar y los tatuajes?

La rosa siempre me pareció cursi, sobretodo en la poesía, hay poca gente que puede utilizar esa palabra o flor y salir indemne en un texto. Los anillos es otra cosa, ahí hay un símbolo, una sociedad occidental, un compromiso, o un rompimiento, además de enlazar. Con respecto al mar, es una deuda. No conozco el mar, y el día que lo haga, quizá como quería Rimbaud, encontraría la felicidad. Por el momento me contento con algún río cercano, el transcurrir y no el arribar. Los tatuajes me parecen horrendos, aunque algunos me gusten. Hay muchas categorías y entre los más detestables están los tribales y los carcelarios. Los dibujos, si se tratan de tatuajes antiguos, me producen pena, pero cierto encanto, como esos cactus en el desierto remitiendo a una nostalgia de algo que nunca conocí, el desierto de Mojave, por ejemplo, ahí tenés un opuesto al mar. Dos desconocidos para mí, el desierto y el mar, la arena y el tiempo.

4-    ¿Cuál es tu superstición?

No tengo supersticiones, aunque cierta manera de hacer ciertas cosas deben derivar de antiguas supersticiones. Cuando era niño tenía, aunque no las recuerdo. A veces me encuentro con ese ejercicio del cerebro que repite una acción absolutamente apática hacia un resultado esperado solo para asegurar su éxito. Extraño, ¿no?. A eso llamo –llamamos- superstición. Pero jamás la premedito.

5-    ¿En qué parte del cuerpo, el aire o el paisaje sentís la poesía?

Los paisajes son sin lugar a dudas un gran disparador y lo fueron siempre, desde la protopoesía, el haiku y todo eso. Los paisajes pueden ser mentales, memorables o físicos, pero siempre son revelaciones sorprendentes de estás escasas tres dimensiones, y sí, se admite que enamoran, enloquecen.

6-    ¿Escribís mientras escribís o antes o después?

Jamás mientras. Siempre antes, y, sobre todo, después. Para mí escribir es corregir. Lo demás forma parte de un proceso que lleva a crear una materia prima de la cual saldrá el texto jamás definitivo pero cerca de la idea a publicar.

7-    ¿Qué autores no releerías?

La inmensa mayoría.

8-    ¿De los poetas que conociste cuál, cuáles, te parecieron que unían su vida a sus palabras?

Baudelaire, Rimbaud, Walt Whitman, Alejandra Pizarnik, Hugo Mujica, Alberto Mazzocchi, Iván Wielikioselek, Marcelo Dughetti, por nombrar uno o dos de distintas épocas y lugares.

9-    ¿Qué, quién, quienes, escriben en vos?

Las ansias de ser amado, por empezar, es la cosa horrible que escribe en mí, y sobre mí. Antes, desde una mirada infantil difícil de desterrar; desde hace un tiempo aceptando y descubriendo no sin resignación una adultez que capacita. Negocio con el niño, recurro a sus valores y él me perdona. El adulto quiere ser escritor, quiere que sus textos se lean y que lo amen. El niño quiere venganza.

10-    ¿Vuelven algunas palabras, algunos temas o algunos climas?

Siempre están, creo estar escribiendo siempre el mismo poema, inconmensurablemente largo, que me llega de a pedazos, decantando, encastrando, configurando un enunciado que al final, espero, me revele algo. Por el momento, destila pequeñas verdades que pueden disfrutarse (o no) como pequeños poemas en lo que conocemos como literatura.

11-    ¿En tu vida, la poesía como propósito, destino o circunstancia?

Como expresión, simplemente como algo que no se puede expresar de otra manera que no sea a través de este artificio.

12-    ¿Qué quisieras leer mañana, que quisieras releer para siempre?

Suelo poner en el blog o en Facebook libros que leería. No se me ocurre un libro que leería para siempre, pero seguramente sería uno de poesía, y quizá de Pessoa.

13-    ¿Qué pensás del romanticismo alemán?

Lo veo muy bonito y disfrutable, pero inefectivo para mí, lamentablemente. El paradigma actual es la ciencia, y eso reprime pensamientos románticos; pero inaugura otros muchos mejores y complejos y menos neuróticos.

14-    ¿El silencio, la soledad, la transparencia, el orden, adentro, afuera, a veces, nunca

 
El recuerdo, la muerte, la revelación, el fin, el ser, el partir, lo divino, lo amado.

15-    ¿Qué fue lo imposible?

Llegar a la luna, pero sobre todo, volver de ella.

16-    ¿La poesía es una arma cargada de futuro, pasado, eternidad?

La poesía no es un arma, es pasado, y en todo caso, eternidad.
 

17-    ¿La poesía es literatura?
 
La buena, algo más.

18-    ¿Qué lugar ocupa la poesía argentina en Latinoamérica y en la lengua castellana?

No creo que ocupe un lugar sino un tiempo, y en todo caso, ese tiempo es administrado por hombres que nada saben de poesía.

19-    ¿Cuáles poetas argentinos te parece que deberían estar y no están?

¿A dónde?

20-    ¿Alguien te llevó o fuiste solo a esa palabra oscura?

De la mano, solo, como únicamente se puede llegar a ella.

21-    ¿Fuera de la poesía, qué campo del arte te interesa?

La literatura en general, las artes plásticas pero sobretodo la música y la ciencia, como madre de madres.

22-    ¿La poesía es una tarea del espíritu o una emanación de la historia? ¿hay espíritu, hay historia?

Ninguna de las dos cosas, es un artificio. Motivado quizá por eso que llamamos espíritu y del cual no tenemos muchas noticias más que las acciones adjudicadas impunemente a él. Emanación de la historia me remite a la tarea de nomenclar una historiografía solamente basada en las erupciones volcánicas. Yo diría que la poesía es una puta que muy rara vez coge por amor, como la historia.

23-    ¿Cuál es la mayor dificultad en la relación existencia-poesía?

Dar en el blanco, repito, esas piernas no se abren casi nunca por deseo.

24-    ¿Quisieras responder otras preguntas, quisieras hacer otras preguntas?

Sí, quisiera responder otras, pero ya se acabaron, querría hacer solo una: ¿en qué momento, la poesía nos traicionará?


Publicó : 

La Felicidad es un Gordini (Textos de Cartón - poesía - Córdoba 2009); La muerta  

(Cuentos,Montevideo)

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